Como ya tengo por costumbre cada vez que voy a un congreso de seguridad en la otra punta del mundo, comienzo a escribir el borrador de mi experiencia en el avión. Son muchas horas inútiles si requieres Internet.
Sin embargo, para lo que tengo que contar, mi «google personal» indexa los contenidos en mis recuerdos, cerebro y corazón,… y lo mejor, sin Google-Ads.
En esta ocasión, el destino fue Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Esta era la ciudad decidida por la organización para celebrar el evento de seguridad más grande de Bolivia.

Por diversas circunstancias, la aventura Willy Fog de esta vez exigía que fuese hasta Buenos Aires (Argentina) hiciese una escala de unas 4 horitas en Ezeiza y de ahí rumbo a Santa Cruz.

Ya allí, pensando que mi maleta se había quedado por el camino (salió la última), el Comité de Bienvenida me estaba esperando, Herland, director del CIFTT Centro de Investigación y Formación Técnico y Tecnológico, adjunto al decano de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, junto con la colega y ponente panameña Katiuska Hull, a la que tuve el placer de conocer en el ACK Security Conference en Manizales (Colombia), me estaban esperando.

Por la hora a la que llegué, el evento, llevaba ya la mitad de la primera jornada transcurrida, por lo que directamente pasamos por la Universidad con el fin de recoger al resto de colegas. Una vez más, un cóctel de emociones entre satisfacción, alegría, nostalgia y ganas de  compartir y aprender me invadieron. Ahí estaban mis ya amigos, el organizador Álvaro AndradeMatías KatzLeonardo Pigñer,Jaime Dragonjar, su inseparable esposa y colaboradora Valentina y Jhon César Arango.
Además pude desvirtualizar al divertidísimo argentino Miguel Sumer Elías, a quien, por causas de fuerza mayor, no tuve la posibilidad de conocer en otro evento en el que coincidimos en Cuenca (Ecuador). También estaba el joven ponente Rafael Revert, compatriota español afincado en Perú desde hace años, que nada más conocerlo y tras unas cuantas charlas y experiencias vividas, me quedó meridianamente claro el gran potencial que tiene. Además pude conocer a otros cuantos profesionales bolivianos como Gabriel Weisse, Freddy Ossio, Juan Carlos Vargas y Ariel Agramont. Al que no puedo dejar de nombrar y que me habría encantado ver en este grupo, puesto que estaba confirmado como ponente, es a Roberto Martínez, cuyas obligaciones laborales con Kaspersky lo dejaron en México esta vez.

 Como ya describí en la Crónica del evento Ehconference, se estructuró en tres días de amenas charlas y dos de talleres. En este tipo de eventos, para mí, lo más importante, aparte de asistir a las charlas y aprender lo que grandes profesionales pueden enseñarme, son las experiencias «de hotel». Se me hace parecido a una especie de programa «Gran Hermano», aunque sin cámaras (espero), en los que personas que se han visto pocas veces (o incluso nunca) físicamente, pero que tienen unos gustos, aficiones, experiencias pasadas y pasiones comunes, todas alrededor de la seguridad informática, mantienen una complicidad y camaradería increíbles.

Las múltiples cervezas compartidas (muchas!), las abundantes comidas y cenas que nos permitieron degustar la gastrononomía típica boliviana, las juergas nocturnas (que algo de eso también hubo), maravillas autóctonas como el biocentro Güembé, entre otros, fueron escenarios en los que dio pie a que los ponentes y miembros de la organización, mantuviésemos charlas filosóficas y brainstorming sobre las últimas tendencias sobre seguridad, herramientas, eventos, libros, proyectos personales y profesionales, presentes y futuros…

Para mí, fue el primer evento al que asistía, por supuesto y con gran orgullo, además de representando al blog Security By Default, con mi nuevo proyecto, Securízame, ya arrancado. Dada la temática que me tocaba impartir en el evento, decidí que tanto la charla como el curso «Buenas Prácticas de Seguridad en Entornos Corporativos» incluiría además la imagen y logo de mi empresa, y que en «Welcome to your secure /home, $user» la imagen sería netamente SbD.

De lo que estoy seguro al 1.002%, que el veredicto de todos los ponentes es unánime ante el excelente trato recibido por la organización, siempre preocupada de nuestra comodidad, de que nos lo estuviésemos pasando bien. Es normal por otra parte, contando con profesionales cuyos conocimientos técnicos son comparables a la gran calidad humana que desprende y que se gana a pulso el aprecio y confianza que todos le tenemos.

Como indicaba al principio del post, escribo en mi ruta de vuelta, cansado por las múltiples horas de viaje, además del desfase horario y las pocas horas de sueño disfrutadas,… con una gran satisfacción profesional de haber cumplido mi objetivo de haber aportado mi granito de arena al evento, así como un gran placer personal que hace que se dibuje una sonrisa en mi cara al rememorar las experiencias y las risas vividas en esta última semana.

En este caso, la despedida ha sido más un hasta pronto, puesto que próximamente estaré cruzando el charco de vuelta, rumbo a la Ekoparty en Buenos Aires, donde tendré el enorme placer de impartir una charla en el evento de seguridad más importante de Latinoamérica, y donde compartiré otra semana de experiencias con grandes profesionales y amigos.
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