snowden23/10/2013

Por Idafe Martín

En una cumbre oficialmente dedicada a la economía digital, algunos gobiernos europeos intentarán mañana que el bloque responda a Washington con una señal contundente.

Mañana jueves, en una cumbre oficialmente dedicada a la economía digital, algunos gobiernos europeos intentarán que la Unión Europea (UE) responda a Washington con una señal fuerte por el espionaje estadounidense en sus países. La tarea no es sencilla. Algunos países del bloque se niegan a molestar al gobierno de Barack Obama más de lo estrictamente necesario y otros no quieren poner problemas a los gigantes tecnológicos del otro lado del Atlántico.

Francia, el último país afectado por las revelaciones, está entre los principales impulsores de una posición común europea sobre el tema. El Reino Unido, como era de esperar, ya le respondió: la seguridad nacional es una competencia, precisamente, nacional, y la UE nada tiene que ver. Casi todos los gobiernos de la UE, y las propias instituciones comunitarias, se han sentido espiados. Hubo varios pedidos de explicaciones a Washington pero hasta ahora las respuestas sólo fueron vaguedades.

Se espera que la cumbre sobre economía digital de mañana acelere la tramitación de la normativa europea para proteger los datos personales. La mayor presión llega desde la Eurocámara. El Comité de Libertades Civiles del Parlamento Europeo aprobó esta semana dos nuevas normas, que ahora deben ratificar los gobiernos.

La primera de ellas dispone que sean los usuarios de Internet quienes den su autorización antes de que una empresa transmita sus datos personales a terceros. También castiga con una multa de hasta 100 millones de euros o el 5% de las ventas, a las empresas que transmitan los datos fuera de Europa sin una autorización expresa de las autoridades nacionales. La segunda norma hace referencia al llamado «derecho al olvido», que otorga el poder a los usuarios que quieran exigir el borrado de todos sus datos personales.

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, que va por libre en este tema, pidió a los gobiernos que «pasen a los actos»: «La protección de los datos privados no es sólo un concepto, es un derecho fundamental que debe ser protegido por una ley fundamental».

Desde el Parlamento Europeo se denuncia que, a pesar del escándalo, Washington sigue espiando y obteniendo acceso a secretos industriales europeos, a pesar de que oficialmente esa gran red de espionaje se dedique a la lucha contra el terrorismo y los criminales de gran escala. Para poner fin a ese espionaje, París llegó a pedir una suspensión en las negociaciones en marcha por un tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos. Pero Berlín y Londres se opusieron uniendo sus voces a la de la Comisión Europea, y evitaron el freno a las negociaciones. Lo único que consiguió al fin la diplomacia francesa fue la creación de un grupo de trabajo europeo-estadounidense por el tema . Por ahora, sin ningún fruto.

Fin del acuerdo Swift

Los eurodiputados también votaron hoy una resolución que exige a la UE suspender el «acuerdo Swift» con Estados Unidos. Este acuerdo permite a Washington acceder a las transferencias que pasan por «Swift», una empresa privada con sede social en Bélgica y que gestiona las transferencias internacionales de miles de bancos de todo el planeta. La exigencia de los eurodiputados no es respaldada ni por la Comisión Europea ni por los gobiernos del bloque.

La principal razón del rechazo de los diputados de la Eurocámara es la asimetría del acuerdo. Mientras Washington accede a todos los movimientos bancarios a través de «Swift», los gobiernos de la UE no pueden hacer lo mismo con los datos bancarios estadounidenses.

Fuente: Clarín

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