La propuesta prevé controlar en tiempo real las llamadas telefónicas, los correos electrónicos, los mensajes en las redes sociales y los sitios web que las personas visitan.

Propuesta en 2006 y retirada por la oposición popular, la nueva ley que se estudia faculta a la agencia de supervisión electrónica GCHQ –dependiente del Ministerio de Seguridad Interior– a reclamar la procedencia de los emails y los mensajes en las redes sociales a los proveedores de internet.

El Ministerio de Seguridad Interior confirmó que la intención es introducir la nueva legislación de comunicaciones posiblemente a partir del mes próximo. La nota oficial insiste en la protección de los contenidos, pero a la vez admite que los «oficiales de inteligencia» tendrán capacidad –sin necesidad de un requerimiento judicial y en «tiempo real»para requerir la identificación de un individuo o un grupo de procedencia, así como el tiempo de conexión o la relación de sitios web que visitó.

«Es un ataque directo a la privacidad online y no está claro que pueda servir para mejorar las seguridad pública, además de encarecer de manera significativa las actividades online», aseguró al Daily Mail el director de la compaña Big Brother Watch, Nick Pickles. «Estamos ante un intento sin precedentes que permitirá a Gran Bretaña adoptar el mismo tipo de vigilancia que hemos visto en China o en Irán«, advirtió.

«Estamos ante un paso drástico en una democracia», advirtió Shami Chakrabarti, director de la asociación Liberty. «Esta medida se enfrentó a una gran resistencia durante el último Gobierno laborista. La actual coalición se comprometió a defender los derechos civiles ¿Aún siguen creyendo en su promesa?«.

Fuente: Infobae

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